¡Y aquí
estamos otra vez! Como ya supondrán por el título del blog y del post, ¡ESTAMOS
EMBARAZADOS por segunda vez! Si parece que fue ayer que nos enteramos que
estábamos esperando a Giulia. El tiempo pasa volando, Giulia está cada día más
grande (estoy evaluando seriamente la sugerencia de mi abuela materna que decía
que debería uno ponerles un ladrillo en la cabeza a los niños para que no
crezcan más), lista para convertirse en hermana mayor y nosotros preparados para
embarcarnos nuevamente en la aventura de un embarazo y de recibir a un nuevo
miembro en la familia.
Ya hace un
tiempo que teníamos claro que queríamos un segundo bebe lo más pronto posible y cuando pensaba en cómo sería enterarme del embarazo esta vez, pensé que seguro
sería completamente diferente. Que sentiría pura felicidad y que el shock que
sentí la primera vez no existiría en lo más mínimo (http://recuentodeunaespera.blogspot.hu/2012/04/y-hoy-me-entere.html). Que todos los miedos que tenía en aquel momento no existirían porque ahora si ya se cómo es, ya se qué se siente ser mamá, cómo se vive y cómo se quiere a un hijo.
Ahora que
ya pasó puedo decir que efectivamente fue diferente y que, tal y como predije,
no hubo shock sino pura alegría. Es cierto, no di saltos en el momento (los di después)
ni lloré, ni caminé ida y vuelta por la casa al leer el resultado. Al contrario, esta vez esperé con mucha calma y tranquilidad, en el piso de
abajo jugando con Giulia, mientras el test esperaba en el baño de arriba a que sonara el cronómetro. No se si es el “been
there, done that” (léase, el "yala") que le quita un poco la emoción, o la casi certeza que
sentía sobre el resultado o que teníamos tan poco tiempo tratando que un
negativo tampoco hubiera sido tan deprimente. No lo sé. Lo que si se es que
esta vez no me adelanté e hice el test sola como la vez anterior, esta vez lo hice con Alberto a mi lado (y con Giulia
claro), quizás eso también hizo que todo fuera más calmado, él también estaba
bastante confiado del resultado (había tenido algunos síntomas raros durante la
semana, no usuales de embarazo pero muy inusuales en mi así que sospechábamos
que podía ser eso).
Ya pasaron
varias horas y como que todavía no me lo creo. Ya empecé a averiguar (otra vez)
planes prenatales y laboratorios para hacerme el test de sangre (OK, lo admito,
esto la averigüé desde ayer) pero por momentos me invade el miedo de haber
visto mal el positivo del test de embarazo (OK, admito también que ya compré
otro test para reasegurarme mañana en la mañana) aunque Alberto lo vio antes
que yo y, sabiendo NADA de tests de embarazo, cuando le pregunté el resultado
me respondió “no sé, yo sólo veo un símbolo de más”. Igual, veo y veo la foto
que le tomé al test para asegurarme que había un “+” y si, ahí sigue felizmente
(el del test físico se ha ido borrando, cosa que no me pasó con Giulia y que
quizás sea una de las causas de mis miedos).
Ya les
dijimos a nuestros papás, esta vez ni siquiera tuvimos la precaución de esperar
al resultado del test de sangre ni me maté pensando en cómo se los diríamos, teníamos que contarle a alguien (y de milagro
no lo mencionamos en un almuerzo en el que estuvimos) y simplemente les dijimos. Lo triste fue que, una vez más, tuvimos que dar la noticia a la distancia, por teléfono y por skype. Cero besos y abrazos.
Especialmente triste y, mas que nada, desafortunado, fue el caso de mis papás que estuvieron aquí hasta hace dos días y tuvieron que conformarse con un anuncio a la distancia. Con lo que me hubiera encantado haber estado 100% segura del embarazo el día que se fueron para que me abracen como una novedad como esta amerita, pero bueno, es lo que hay y la forma del anuncio no le resta alegría a la noticia y eso es lo que importa. Todavía no se lo hemos dicho a Giulia obviamente (lo interesante es que recién hace unos 10 días aprendió a decir la palabra “bebe” y ahora la dice todo el tiempo, así que espero que cuando sea el momento, entienda aunque sea un poquito), me imagino que esperaremos a ver al bebe en una ecografia primero.
Especialmente triste y, mas que nada, desafortunado, fue el caso de mis papás que estuvieron aquí hasta hace dos días y tuvieron que conformarse con un anuncio a la distancia. Con lo que me hubiera encantado haber estado 100% segura del embarazo el día que se fueron para que me abracen como una novedad como esta amerita, pero bueno, es lo que hay y la forma del anuncio no le resta alegría a la noticia y eso es lo que importa. Todavía no se lo hemos dicho a Giulia obviamente (lo interesante es que recién hace unos 10 días aprendió a decir la palabra “bebe” y ahora la dice todo el tiempo, así que espero que cuando sea el momento, entienda aunque sea un poquito), me imagino que esperaremos a ver al bebe en una ecografia primero.
Por lo pronto, ahora sólo
queda esperar. Esperar a mi nuevo test de mañana, al test de sangre del lunes,
a la cita médica que seguro será aún en dos semanas y a que todos los
sentimientos y emociones que seguro van a surgir surjan (¡si no este blog sería
muy aburrido!).
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